domingo, 29 de noviembre de 2009

Turquía ve la luz

El país euro-asiático mejora sus perspectivas económicas luego de un primer trimestre demoledor

Turquía comienza a ver la luz al final del túnel tras 12 meses para olvidar. A lo largo de 2008, la economía turca comenzó a mostrar signos de agotamiento y a desplomarse progresivamente hasta alcanzar su peor cota en el primer trimestre de este año, con una caída del PIB del 14,3%, la mayor de la Unión Europea y de los países de la OCDE. Pero los problemas comenzaron el último trimestre de 2008, cuando el PIB se contrajo un 6,5%, principalmente por la caída de las exportaciones (8,5%), pero sobre todo de las inversiones, que se derrumbaron un histórico 17,6%.

La crisis mundial y la inestabilidad política del curso pasado generaron que los pedidos exteriores se redujeran y que el capital privado extranjero congelara proyectos, llevando la producción industrial a mínimos. Esto, además, provocó una oleada de pesimismo en la economía que persiste hasta la fecha y una reducción anual del consumo privado del 5,3%. Esta coyuntura se sumó a un progresivo aumento del desempleo, que al término de 2008 estaba en un 10,7% de la población activa, pero que este año cerrará con un 15%, con perspectivas de mantenerse en estos niveles los próximos dos ejercicios.

Pero a partir de junio las cosas empezaron a mejorar. La OCDE y la Comisión Europea coinciden en que Turquía es uno de los países mejor preparados para afrontar la recuperación y consolidar un crecimiento cercano al 3,7% en 2010 y de 4,6% en 2011, pese al -6,5% de este año. Todo gracias a su estrategia contracíclica para apoyar la economía y los más de 1.300 millones de euros inyectados por el Ejecutivo y destinados a estímulos directos en actividades productivas y recortes de impuestos.

Los expertos coinciden en la positiva utilización de las tasas de interés como elemento de regulación del consumo. Este mes el Banco Central turco ha recortado en un cuarto de punto sus tipos hasta el 6,5%, pero advirtiendo de que no se preveía realizar nuevos estímulos monetarios en el medio plazo hasta no tener nuevos indicadores que confirmaran la recuperación. Desde noviembre de 2008, cuando la tasa de referencia era del 16,75%, el país ha venido realizando sucesivos recortes que le han apeado del ranking de los países europeos con mayores tipos.

Pero no todo el camino está recorrido. La OCDE ha advertido de que el Gobierno debe tomar medidas adicionales para mejorar la transparencia de la planificación fiscal, incluyendo reformas para mejorar la competitividad de los negocios y del sector financiero. Frente a estas demandas, el Ejecutivo turco tiene previsto aprobar una ley para restringir los préstamos en el inicio del próximo año. El viceprimer ministro, Ali Babacan, ha señalado la semana pasada que esta reforma entrará en vigor en el presupuesto del año 2011.

Turquía también deberá considerar la más que probable lenta recuperación del consumo privado y la inversión. Bruselas ha avisado de que "el notable incremento de las necesidades de endeudamiento del sector público limita todavía más la disponibilidad de crédito para el sector privado". Durante los años de crisis, el Estado ha debido asumir la responsabilidad inversora, lo que ha puesto en peligro el delicado equilibrio fiscal conseguido tras varios años de esfuerzos presupuestarios. La deuda pública ha pasado del 70% del PIB en 2001 al 40% en 2008, aunque pocos creen que tras la crisis se pueda mantener este nivel. -

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