sábado, 21 de abril de 2012

La prisión turca de Silivri simboliza el acoso de Erdogan a la oposición laica

http://www.lavanguardia.com/internacional/20120420/54284994467/prision-turca-silivri-simboliza-acoso-erdogan-oposicion-laica.html "No quiero ver una Turquía como esta, es muy deprimente". Las palabras son de un preso encarcelado desde hace tres años que no sabe cuándo será liberado. Es el catedrático Mehmet Haberal, cirujano de profesión y kemalista de ideología que está acusado de dirigir una organización terrorista. Mustafa Kemal Atatürk fue el fundador de la Turquía moderna laica. Antaño persona célebre por su energía, Haberal, de 67 años, padece un mal estado de salud acentuado por su estancia en prisión por lo que necesita tomar antidepresivos. Gracias a un permiso especial otorgado por el Ministerio de Justicia de Ankara un pequeño grupo de residentes en la Unión Europea y de ciudadanos turcos pudo hablar esta semana directamente tanto con Haberal y con Mustafa Balbay, ex redactor jefe en Ankara del diario kemalista Cumhuriyet, también encarcelado por cargos similares. El viaje fue organizado por la Federación de las Asociaciones de Socialdemócratas Turcos en Europa (HDF, siglas en turco) y en él participaron dos parlamentarios del Partido Republicano del Pueblo (CHP); Fatma Nur Serter y Attilah Kart. "Día a día perdemos libertades", se lamenta la catedrática Serter, quien teme que en cualquier momento la policía aparezca en la puerta de su casa para llevársela a prisión. Insiste en que en la cárcel se encuentran "los mejores, la crème de la crème de la sociedad turca". Tanto Balbay como Haberal se sumaron a las listas electorales del CHP cuando ya estaban presos y su estado actual de diputados no les ha servido para evitar la cárcel. A los 357 días después de su arresto, el 5 abril del 2010, Haberal -fundador y rector de la Universidad de Baskent en Ankara- tuvo una única vista oral. Y nunca más se supo. "Creo que la Unión Europea no es consciente de lo que está pasando aquí en Silivri", sostiene. Silivri es el nombre de su prisión. Esta cárcel a unos 73 kilómetros de Estambul tiene capacidad para unos 11.000 reclusos y es célebre en Turquía como lugar de castigo para opositores al Gobierno del primer ministro Recep T. Erdogan. Son presos, como Haberal, que se consideran políticos y creen que el Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP, de raíces islamistas y dirigido por Erdogan) quiere enterrar las credenciales laicas de la república. Fuera de la cárcel, poco a poco, los kemalistas se sienten como una especie en extinción. Gracias sobre todo, aducen, a una inestimable ayuda para el AKP: la infiltración de la cofradía del clérigo musulmán Fethullah Gülen en las fuerzas de seguridad del Estado. Erkan Budak ha venido de Alemania donde prepara su tesis doctoral sobre el culto a la personalidad de Atatürk. A su llegada al Gobierno en el 2002 apoyó la lucha democrática que veía asociada al AKP. "Estábamos hartos del sistema autocrático militar que mandaba desde arriba contra la voluntad del pueblo", explica. Ahora se muestra "decepcionado". Y da la razón a los que desde un comienzo veían en el AKP un peligro para la laicidad del país. De hecho, el AKP estuvo a un voto en el 2008 de ser prohibido por el Tribunal Constitucional por ser acusado de ser "el núcleo de actividades antilaicas de la re pública”. El mismo año Silivri empezaba a ser operativa como prisión. Hoy, después de miles de detenciones, los detractores del AKP hablan de intikam o venganza de ultrajes pasados mientras que los adeptos de Erdogan lo niegan. En Silivri se edita el Tutuklu Gazete (Periódico incautado), un diario mensual confeccionado en su mayor parte por periodistas turcos encarcelados, más de 90 actualmente, un récord mundial. Aquí nacen diarios carcelarios que se publican después en forma de libros, varios con gran éxito de ventas. Uno de los visitantes, el también cirujano Nadey Hakim, le ha traído a Haberal desde Londres tres libros de portadas coloreadas: Autoconfianza, Confidencia brillante, Persuasión irresistible. Preguntado por el carácter de Haberal, Hakim se deshace en elogios: “Es una persona increíble. Le debo tanto”. Y deja claro: “Su héroe es Atatürk”. Otro de los buenos amigos que han visitado a Haberal es Josep Lloveras Macia, jefe del servicio de nefrología y trasplante renal del Hospital del Mar de Barcelona, reconocido internacionalmente en el campo de la cirugía. Es su primera visita a una prisión y no desea volver. “Un abuso de poder total, es una situación que clama al cielo”, son sus primeras palabras después de entrevistarse con el encarcelado. Varios visitantes coinciden en que han encontrado a un Haberal que “no se doblega”. En febrero pasado, el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, en declaraciones públicas aseguró que estaba convencido de que su deber era “trabajar por una nueva generación religiosa y conservadora.” Le gusta referirse al concepto de “democracia avanzada”. En Silivri sobre todo son camiones los que avanzan cargados de tierra. Hacen espacio para expandir las dependencias penitenciarias.

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