sábado, 7 de abril de 2012

La diplomacia turca en la encrucijada entre EEUU, Irán y Siria

http://www.teinteresa.es/mundo/EEUU-Iran-Siria-diplomacia-bolillos_0_676732503.html

Turquía, país musulmán emergente se ha propuesto como mediador en el conflicto nuclear iraní.

Irán no quiere celebrar la cumbre en Estambul y prefiere hacerlo en Irak, un hecho que deja a Turquía en una situación comprometida.

¿Cómo ser a la vez amigo de Washington y Teherán? ¿Cómo condenar el régimen sirio, que cuenta con el apoyo de Irán? La Ambiciosa diplomacia turca hace un encaje de bolillos no exento de riesgo, como lo muestra el expediente nuclear iraní. Irán hizo saber el miércoles que quiere celebrar en Irak, y no en Estambul, las discusiones previstas a mediados de abril con las grandes potencias sobre su controvertido programa nuclear.

"Turquía está excluida (por) el Parlamento y el Gobierno (iraníes). Hemos propuesto Bagdad y si lo acepta la otra parte, será en Bagdad", declaró el jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento iraní, Allaeddine Borujerdi. La elección de Estambul había sido anunciada por la secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, para estas discusiones entre Irán y el grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania). Turquía, potencia económica emergente, país musulmán miembro de la OTAN, practica una diplomacia hiperactiva que algunos tildan de "neo-otomana".

El país acogió las discusiones precedentes sobre el proceso nuclear iraní, en enero de 2011, y mostró su disposición para actuar como honesto intermediario entre su vecino iraní y los occidentales, que sospechan que Irán está preparando el arma nuclear. Los iraníes, que hace una semana todavía defendían Estambul como el mejor lugar para reanudar dichas discusiones, ¿quieren castigar a Turquía por haber acogido el domingo en la misma ciudad la Conferencia de Amigos de Siria, que aportó su respaldo a la oposición siria?

"No se puede cerrar los ojos ante las reclamaciones legítimas de la población de Bahrein y Yemen y pretender defender las reclamaciones de la población siria", declaró el portavoz iraní de Asuntos Exteriores, Ramin Mehmanparast, al diario gubernamental Iran. Irán apoya el régimen del presidente Bashar Al Asad, que continúa una represión sangrienta contra sus opositores. Turquía ha condenado de nuevo el régimen de Damasco, en la reunión de Estambul, junto a Estados Unidos.

Irán y Turquía no paran de reafirmar su buena sintonía, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, visitaba de nuevo Teherán la semana pasada. Pero no todas las decisiones turcas recientes son del agrado de Irán. "No intente seguir muy de cerca la política exterior de Turquía, corre el riesgo de tener tortícolis", escribe en su blog el investigador francés Jean Marcou, especialista de la región.

Turquía, una de cal y otra de arena

Turquía ha rechazado las sanciones impuestas a Irán por la Unión Europea y Estados Unidos, que intentan bloquear las exportaciones de petróleo iraní. Pero también fue felicitada por Washington, por haber reducido un 20% sus importaciones de crudo iraní. Ankara aceptó también el año pasado la instalación en su territorio de un radar de alerta avanzada del escudo antimisiles de la OTAN que apunta a Irán. Teherán protestó varias veces a Turquía, que dio explicaciones un tanto confusas.

Aliada tradicional de Estados Unidos, Turquía, dirigida por un régimen islamista moderado, cuenta con apoyo militar de Washington en su lucha contra los rebeldes kurdos, una espina para todos los Gobiernos turcos desde 1984. Un sondeo mostró a finales de marzo los temores que los proyectos nucleares iraníes inspiran a la opinión turca. Un 54% de turcos estiman que su país debería dotarse del arma nuclear, en lugar de contar con la protección de la OTAN, si Irán dispusiera de esa tecnología, según ese sondeo encargado por el Centro de Estudios Económicos y de Política Internacional (EDAM).

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